Uso la descodificación emocional dentro de las sesiones de kinesiología, como una herramienta más, según la necesidad de la persona y apoyándome del test muscular de kinesiología.
Todas nuestras vivencias desde el inicio de nuestra existencia, ya sean enfermedades, golpes, cicatrices o emociones, quedan registradas en nuestras memorias celulares. Nuestro cuerpo guarda un registro de todo lo experimentado, y estas memorias celulares pueden influir en nuestra salud física y emocional.
De tal forma que las experiencias y traumas no procesados correctamente por el cerebro primero pueden dejar una huella duradera en el cuerpo y la mente.
Emociones atrapadas
La descodificación es un recurso crucial para reconocer y abordar esas emociones enquistadas. No se puede (y no se debe!) olvidar ni borrar las experiencias vividas, sino identificarlas, comprenderlas y liberar la carga emocional para dejar de tener el efecto profundo y automático desarrollado en nuestra respuesta y comportamiento.
La descodificación emocional permite identificar las emociones atrapadas y dejar que fluyan gradualmente, manteniendo distancia al vivir situaciones similares en el presente y así minimizar su impacto emocional y físico.
Los imanes
Mediante la ayuda de los imanes, buscamos canalizar esas emociones atrapadas para poder establecer una relación más sana y apacible con lo vivido anteriormente. Siendo parte de un proceso completo de kinesiología, esta técnica junta con otra correcciones ayuda poco a poco a rehabilitar una mayor estabilidad emocional y a tener una respuesta más equilibrada ante situaciones desafiantes.